JUAN FERNANDO VELASCO ESTRENA “JULIO ETERNO”,
UN DISCO QUE UNE DÉCADAS, VOCES Y TERRITORIOS
Juan Fernando Velasco lanza Julio Eterno, un proyecto discográfico monumental que marca un antes y un después en la relación entre la música, la memoria y la tecnología. A través de una serie de duetos en los que se recuperó la voz original del legendario Julio Jaramillo, Velasco logra un ejercicio poético y técnico: honrar la tradición sin congelarla, invocarla sin replicarla.
El disco, producido por Andrés Castro y mezclado por Curt Schneider, presenta versiones renovadas de clásicos fundamentales del repertorio latinoamericano. La piedra angular del lanzamiento es “Cinco Centavitos”, un bolero dolorosamente honesto compuesto por Héctor Ulloa, que explora el precio emocional de la felicidad y el amor. “Cinco Centavos es un clásico de la música latinoamericana que recoge el dolor y la poesía de la cotidianidad de nuestrascostumbres y decires frente a una decepción amorosa”, afirma Velasco.
La idea de Julio Eterno surgió en junio de 2024, en un instante de claridad durante la gira “En Primer Plano” que recorrió más de 40 ciudades ese año. Sin acceso a grabaciones multiplito, el equipo recurrió a la inteligencia artificial para aislar la voz de Jaramillo y crear un diálogo sonoro auténtico y emotivo entre dos épocas. “Para mí es de una inmensa responsabilidad este proyecto pues Julio ese el más grande ícono musical de mi país…”, confiesa Velasco. La autorización de la familia Jaramillo no solo dio legitimidad al proyecto, sino que permitió soñar con su expansión visual y escénica: videoclips, apariciones holográficas, giras en vivo.
El video de “Cinco Centavitos”, dirigido por el artista, cineasta Juan Pablo Navarro conocido como “Durán” fue grabado en Quito, Guayaquil y Cuenca. Imagina a Julio Jaramillo y Juan Fernando recorriendo juntos el Ecuador cotidiano, reconectando a nuevas generaciones con el legado emocional de sus canciones. El video se estrenó ayer en Guayaquil, ciudad natal de Jaramillo, durante una celebración íntima que combinó concierto y recepción para medios y personalidades.
El disco incluye cinco temas: “Cinco Centavitos”, “Ódiame”, “Rondando tu Esquina”, “Nuestro Juramento” y “No me Toquen ese Vals”. Cada uno plantea un equilibrio delicado entre lo clásico y lo contemporáneo. “Andrés encontró el balance perfecto entre modernidad y respeto a las versiones originales”, cuenta Velasco. Músicos de talla mundial como Aarón Sterling aportan una mirada fresca, mientras referentes locales como Navajo Cevallos anclan el sonido en la raíz ecuatoriana.
Julio Eterno es una tesis emocional sobre lo que significa pertenecer, reconocer y avanzar; es un disco que desafía la idea de que el pasado debe permanecer intacto para ser respetado. En palabras del propio artista: “Julio Eterno es un homenaje al más grande artista ecuatoriano, al intérprete que con esa voz aterciopelada y única, conquistó los corazones de los latinoamericanos de diferentes nacionalidades que lo reclamaron siempre como propio, y que desde entonces y para siempre será recordado como el Ruiseñor de América.”